6/06/10

Entrenador personal



El gimnasio es un templo para mi, no porque me encanté ése lugar, o entrene mucho, sino que ahí siento que me puedo relajar, no ver a nadie que quiera, distraerme y caer en mis pensamientos sobre diferentes aspectos de mi vida, no trascendentales sino ordenar mis ideas y relajarme, correr me libera mucho, no sé si corro para escapar o llegar a una meta. 

Pero no todo puede o tiene que ser felicidad, a veces hay momentos o días en que hay muchos chicos con cuerpos totalmente orgásmicos, que te hipnotizan y captan mucho la mirada, pero mi pesar es cuando veo a los personal trainers o entrenadores personales, esos que te ayudan a trabajar de forma eficiente tu rutina para conseguir mejorar tu estructura muscular para verte, sentirte y que te sientan mejor. 

Quién no haya tenido una fantasía con su entrenador personal, es un mentiroso (a) o ha tenido un entrenador feo, o que tal vez no te guste mucho, pero siempre hay uno que capta tu atención, tal vez no te gusten muy grandes, o corpulentos o mayores, etc. Si, puede ser que así sea, pero a mi me gusta la carne, y en el gimnasio al que yo acudo hay uno que me trastoca la mente.

Es mayor, de unos 37 años, conservado, de un 1.80 de altura, de cara masculina pero con un semblante indiferente, hombros anchos, manos grandes, brazos fuertes, cuerpo en V, con una cintura estrecha que revienta con unas nalgas que sobresalen de ese pantalón de tela que las acaricia de manera natural, que aunque no está ceñido se nota de manera tentadora causándome erecciones y concentrado mi mirada de sobremanera en ésa área, más de una vez he tenido fantasías mojadas de él conmigo y con otros entrenadores ahí. 

Creo que puede entrar en el fetiche que algunos tenemos acerca de personas con oficios como bomberos, policías, uniformadores y entrenadores de gimnasios. Lo que menos me importa es que sea gay o intentar que salga conmigo, esa no es mi motivación en ése lugar, aunque para eso prefiero elegir hacerlo con algún otro socio como yo, ya que muchos van no solo a ejercitarse sino conocer a alguien también muchos encuentros se dan ahi, y las historias que he leido en algunos foros revelan que es un lugar para hacer realidad lo que deseas, si no puede ser con un entrenador será con alguien a quien entrena.

1 Comentarios :

  1. Juanito. dijo...

    A mi los gimnasios me parecen los lugares menos eróticos que he pisado, pero bueno cada uno tiene sus fantasías. Yo es que siempre he considerado que he nacido en la época equivocada. Seguro que sería más feliz en un terma romana que en los actuales centros deportivos. La estética de esos lugares me parece tan superficial que no me concentro en los placeres de la carne. Soy muy quisquilloso lo se, pero no voy a remediarlo ni lo pretendo. En cuanto al nivel de músculos yo soy como el personaje de Susan Sarandon en The Rocky Horror Picture Show, me gustan fibrados pero no unos titanes colosales. Un chico fibrado es mejor de manejar en la cama, le puedes dar las vueltas y ponerlo en las posiciones que se te antojen sin problemas. Las montañas de músculos son aburridas, están liados con ellos y les tienes que recordar constantemente los atributos que ha conseguido a base de machacarse en el gimnasio. Pero están para lo que están, no se les puede pedir más. No te invitarán a un concierto, no te regalarán un libro o se comerán un helado contigo. Ahora eso sí, como fantasías muy bien, pero en muchas ocasiones las fantasías una vez llevadas a la realidad pierden todo encanto.