Sentimientos Inesperados
Por MAURO:
Nunca creí que una buena acción traiga recompensa, siempre actué por instinto y guiado en base a los principios inculcados y vistos como buenos en mi familia, amigos y demás personas con las que me relacionaba, así no las conozca o me lo fueran a agradecer.
Ya hace 12 años cuando era un joven de 16 con apariencia de 18 por mi corpulencia y mi metro 80 de altura, fue cuando conocí a Julián, en ese entonces él era un niño de 6 años huérfano y era el menor de 5 hermanos, siempre lo jodían y menos cuidaban, estaba algo desorientado en la vida, amargado y ensimismado, parecía no tener a nadie.
Una vez que salía de clases fuera del colegio, vi que unos tipos mayores le estaban pegando, eso me empinchó y sin pensarlo me metí, les saqué su mierda a cada uno. Eran dos pero eran como si fueran ninguno, por más que fueran de mi talla o uno más alto, no estuvieron a mi altura y fue fácil bajármelos, no eran ni fuertes, ni veloces, y con mis bien aprendidas clases de boxeo fue como pegarle a dos sacos de arena.
La gente se metió a separarnos pero ya estaban noqueados y bien ensangrentados, yo tenía algo de sangre pero me di cuenta que no era mia. A decir verdad si, si me gustó arreglarles la cara y abollarlos bien rico a esos pendejos para que nunca se aprovechen de nadie.
Juli, como lo llamaba de cariño, aún en el suelo, sucio y con el labio roto me miraba con algunas lágrimas rebosantes sus grandes ojazos verdes sin poder creer lo que pasó. Lo ayudé a pararse y lo llevé a casa para limpiarlo y curarle las heridas.
De regreso en el bus lo llevaba sentado en mis piernas y me abrazó como si nunca quisiera desprenderse de mí, fue enternecedor y en casa mi hermano mayor lo conoció y le conté lo sucedido y se encariñó con Juli. Se llevaban bien y fue su pupilo, lo ayudó a que entrene kick-boxing para que aprenda a defenderse, aprendió hasta el punto de superarme, y lo metió a un equipo de futbol que él entrenaba, sin querer se convirtió nuestro hermano menor.
Terminado el cole, yo tuve que trabajar y estudiar otras cosas, entre ellas la universidad. Cuando llegaba a casa a veces lo veía dormido con tele prendida en mi cuarto sobre la cama, y por ende tenía que dormir en el sillón o le decía que vaya a su jato, cosa que no hacía mucho porque mi vieja me decía que lo deje dormir ahí, es más que ni haga bulla para que no lo despierte, y bueno por el cansancio hasta me quedaba jato al instante a su costado, en verdad se convirtió en parte de la familia, prácticamente vivía ahí, claro que no me dejase descansar era lo único que me jodía pero bueno se uno se llega a acostumbrar.
En los tiempos de vacaciones de verano, cogía los trabajos para resorts u hoteles que ofrecían para estudiantes en el extranjero y es ahí donde conocí parte del mundo, también descubrí mi nueva y efervescente homosexualidad, discotecas, borracheras, libertad total y buen gocé, los americanos serán medios brutos pero están riquísimos, aunque más andaba con latinos, o sea argentinos, colombianos, y brasileños, caribeños entre otros, los cuales eran muy buenos y fogosos en la cama que me enseñaron de sobra.
Ya terminada la universidad me fui de viaje al extranjero para trabajar, y ver si la hacía bien, ya conocía parte de estados unidos y decidí irme ahí y luego un corto viaje a Europa, donde el sexo, pocas drogas, descontrol y algo de alcohol, fueron los recuerdos que traje sobre mi agradecido cuerpo.
Nunca creí que una buena acción traiga recompensa, siempre actué por instinto y guiado en base a los principios inculcados y vistos como buenos en mi familia, amigos y demás personas con las que me relacionaba, así no las conozca o me lo fueran a agradecer.
Ya hace 12 años cuando era un joven de 16 con apariencia de 18 por mi corpulencia y mi metro 80 de altura, fue cuando conocí a Julián, en ese entonces él era un niño de 6 años huérfano y era el menor de 5 hermanos, siempre lo jodían y menos cuidaban, estaba algo desorientado en la vida, amargado y ensimismado, parecía no tener a nadie.
Una vez que salía de clases fuera del colegio, vi que unos tipos mayores le estaban pegando, eso me empinchó y sin pensarlo me metí, les saqué su mierda a cada uno. Eran dos pero eran como si fueran ninguno, por más que fueran de mi talla o uno más alto, no estuvieron a mi altura y fue fácil bajármelos, no eran ni fuertes, ni veloces, y con mis bien aprendidas clases de boxeo fue como pegarle a dos sacos de arena.
La gente se metió a separarnos pero ya estaban noqueados y bien ensangrentados, yo tenía algo de sangre pero me di cuenta que no era mia. A decir verdad si, si me gustó arreglarles la cara y abollarlos bien rico a esos pendejos para que nunca se aprovechen de nadie.
Juli, como lo llamaba de cariño, aún en el suelo, sucio y con el labio roto me miraba con algunas lágrimas rebosantes sus grandes ojazos verdes sin poder creer lo que pasó. Lo ayudé a pararse y lo llevé a casa para limpiarlo y curarle las heridas.
De regreso en el bus lo llevaba sentado en mis piernas y me abrazó como si nunca quisiera desprenderse de mí, fue enternecedor y en casa mi hermano mayor lo conoció y le conté lo sucedido y se encariñó con Juli. Se llevaban bien y fue su pupilo, lo ayudó a que entrene kick-boxing para que aprenda a defenderse, aprendió hasta el punto de superarme, y lo metió a un equipo de futbol que él entrenaba, sin querer se convirtió nuestro hermano menor.
Terminado el cole, yo tuve que trabajar y estudiar otras cosas, entre ellas la universidad. Cuando llegaba a casa a veces lo veía dormido con tele prendida en mi cuarto sobre la cama, y por ende tenía que dormir en el sillón o le decía que vaya a su jato, cosa que no hacía mucho porque mi vieja me decía que lo deje dormir ahí, es más que ni haga bulla para que no lo despierte, y bueno por el cansancio hasta me quedaba jato al instante a su costado, en verdad se convirtió en parte de la familia, prácticamente vivía ahí, claro que no me dejase descansar era lo único que me jodía pero bueno se uno se llega a acostumbrar.
En los tiempos de vacaciones de verano, cogía los trabajos para resorts u hoteles que ofrecían para estudiantes en el extranjero y es ahí donde conocí parte del mundo, también descubrí mi nueva y efervescente homosexualidad, discotecas, borracheras, libertad total y buen gocé, los americanos serán medios brutos pero están riquísimos, aunque más andaba con latinos, o sea argentinos, colombianos, y brasileños, caribeños entre otros, los cuales eran muy buenos y fogosos en la cama que me enseñaron de sobra.
Ya terminada la universidad me fui de viaje al extranjero para trabajar, y ver si la hacía bien, ya conocía parte de estados unidos y decidí irme ahí y luego un corto viaje a Europa, donde el sexo, pocas drogas, descontrol y algo de alcohol, fueron los recuerdos que traje sobre mi agradecido cuerpo.
Todos los amores, desventuras y demás cosas que acumulé en ése tiempo me hartaron al punto que decidí volver, era como encontrar mi norte y reencontrarme conmigo mismo.
Luego de unos 3 años regresé a ver a mi familia, amigos y toda la gente con la que me comunicaba por mail o msn, pero no había visto en todo mi tiempo ausente.
Llegué del aeropuerto y sin saberlo me recibieron mi familia y amigos, Julián se encargó de maquinar tal sorpresa que me encantó, luego de tanto tiempo de no tener a toda la gente que quieres, y te reciban de esa forma, fue lo máximo para mi.
En caravana regresamos a casa, nosotros en el nuevo auto de Julián, a él la suerte le favorecía porque ganaba su buen dinero jugando como futbolista, aunque lo hacía porque tenía talento y le gustaba el dinero.
A pesar de ello quería ahorrar y dejar eso para dedicarse a lo que realmente le gustaba los carros y ser arquitecto.
No era muy elocuente, le gustaba pasear en carro por ahí, escuchar música mientras dibujaba viendo el mar en su carro, aunque no sé como pero tenía como mil amigos y muchas chicas cerca a él, pero siempre algo esquivo y reacio, de un carácter fuerte pero calmado, todo un caso.
Al llegar comimos, nos filmamos, fotos por aquí por allá con todos, era una fiesta la casa, tantos regalos que parecía navidad y yo papa noel, traje como 3 maletas más aparte de las mías donde traía ropa, encargos y demás. En casa las cosas habían cambiado un poco y mi cuarto era ya de Julián, y cuando llegué tuve que, como invitado, ubicarme en otro cuarto.
Ya en la madrugada cuando todos dormían Julián entra en mi nuevo cuarto, por la hora y su actitud pensé que era algo urgente, de pronto cierra la puerta en silencio y me mira, mientras yo sin saber que hace me desconcierto y dejo de desempacar.
Él se acerca sin dejar de mirarme y me abraza entonces yo le devuelvo el abrazo y sin terminar de sonreír por tal gesto desprendido, me planta un beso que me dejó sin reacción pero que al segundo los sentidos volvieron a mi y logré empujarlo, él de nuevo se acerca y me besa, y ésta vez me agarra fuerte, en estos años no había notado que sus brazos sin ser más grandes que los míos eran más fuertes, sus amplias manos desarrollaron una fuerza que retaba a la mía.
Después de un breve forcejeo logró sacármelo de encima, y sin saber como reaccionar me quedo cojudo, inmóvil, con los ojos abiertos de la impresión y sin palabras para soltar. Él como hipnotizado no hace más que mirarme fijamente sin dudar, sin pronunciar nada.
Luego cambia la táctica, baja la mirada se da una media vuelta, piensa, respira, se toca el cabello, toma aire y yo aún consternado sin moverme veo lo que hace. Determinado se quita el polo, el boxer y las medias, yo sin poder creerlo admiro su belleza, su mezcla de juventud y madurez, ya no era el niño que conocí un día, sino era un hombre, un hombre enamorado de mí, y que una vez que entendí todo pude corresponderle con el mismo sentimiento. Era a mi quien quería, por eso se quedaba en mi cuarto, porque se sentía seguro, protegido, querido, amado.
Sin apresurarse desnudo ante mi con un cuerpo trabajado y bronceado por el sol me contempla, yo hago lo mismo, camina algo receloso hacia mi, y yo ya no lo veo como antes ahora lo observo como es, sin creerlo mi corazón golpea de fuertes latidos mi pecho y siento que el mundo se me viene encima, mi respiración se hace dificultosa, me siento algo vulnerable y nervioso, sudo frío.
Me toma por los brazos y la piel se me eriza, deseo que no se detenga, es tan cálido su tocar que me sublima, por más hombres que haya tenido nunca tuve uno que me tome de esa manera, tan tierna, sutil y natural.
Me ayudó a desvestirme hasta abrigarnos con nuestra piel, sobre la cama nos recostamos e hicimos de todo, y fue la primera vez que hacía el amor una y otra, y tantas veces como amor sentíamos. Fue genial me sentí completo, me sentí vivo, saciado, lleno, indescriptible.
Aún no lo podía creer, desnudos abrazados lo vi como dormía en mis brazos, mientras recordaba todo lo que pasamos juntos y trataba de entender que había sucedido, hasta que dejé de pensar y sólo lo vi y parecía que tenía a mi lado a un angel del cielo.
Después de un breve forcejeo logró sacármelo de encima, y sin saber como reaccionar me quedo cojudo, inmóvil, con los ojos abiertos de la impresión y sin palabras para soltar. Él como hipnotizado no hace más que mirarme fijamente sin dudar, sin pronunciar nada.
Luego cambia la táctica, baja la mirada se da una media vuelta, piensa, respira, se toca el cabello, toma aire y yo aún consternado sin moverme veo lo que hace. Determinado se quita el polo, el boxer y las medias, yo sin poder creerlo admiro su belleza, su mezcla de juventud y madurez, ya no era el niño que conocí un día, sino era un hombre, un hombre enamorado de mí, y que una vez que entendí todo pude corresponderle con el mismo sentimiento. Era a mi quien quería, por eso se quedaba en mi cuarto, porque se sentía seguro, protegido, querido, amado.
Sin apresurarse desnudo ante mi con un cuerpo trabajado y bronceado por el sol me contempla, yo hago lo mismo, camina algo receloso hacia mi, y yo ya no lo veo como antes ahora lo observo como es, sin creerlo mi corazón golpea de fuertes latidos mi pecho y siento que el mundo se me viene encima, mi respiración se hace dificultosa, me siento algo vulnerable y nervioso, sudo frío.
Me toma por los brazos y la piel se me eriza, deseo que no se detenga, es tan cálido su tocar que me sublima, por más hombres que haya tenido nunca tuve uno que me tome de esa manera, tan tierna, sutil y natural.
Me ayudó a desvestirme hasta abrigarnos con nuestra piel, sobre la cama nos recostamos e hicimos de todo, y fue la primera vez que hacía el amor una y otra, y tantas veces como amor sentíamos. Fue genial me sentí completo, me sentí vivo, saciado, lleno, indescriptible.
Aún no lo podía creer, desnudos abrazados lo vi como dormía en mis brazos, mientras recordaba todo lo que pasamos juntos y trataba de entender que había sucedido, hasta que dejé de pensar y sólo lo vi y parecía que tenía a mi lado a un angel del cielo.
La mañana nos sorprendió, cubiertos por la frazada con unas delatantes cortinas abiertas de par en par, mi madre entra al cuarto sin avisar, y siento como la perilla gira y me despierto sobresaltado por el sonido, abriendo como luna llena los ojos y con una cara pálida del susto veo a mi madre decirme que me levante que el desayuno está servido, le respondo que ahí bajo y justo cuando cerraba la puerta la vuelve a abrir y me pregunta si Julián está echado a mi lado, no que queda otra cosa que responderle que sí y ella responde tranquilamente: "a pesar del tiempo al pobre nunca se le va a quitar la costumbre de dormirse contigo".
Cierra la puerta y ya más tranquilo vuelco mi mirada sobre él y pienso que ojala nunca se le quite la costumbre.
7 Comentarios :
Awwww. Que lindo post. Espero que tu relacion con Julian siga así de bien Maurito.
Saludos! Espero que escribas más seguido.
Maxito
"los americanos serán medios brutos pero están riquísimos"
Me quito el sombrero ante este comentario!
haha
Saludos!!
Ese chico esta enamorado, muy enamorado. Muy chevere tu post, romantico y algo sensual (la diferencia de 10 años si que es elocuente jeje)
Saludos!
Wuau, que gran post. Si es 'casi' sensual. Pero en el fondo es muy tierno. Un amor que duró a través de la distancia y el tiempo. Un amor
controversial. un amor exquisito.
Saludos y suerte con todo.
todo tiene su recompensa :)
En verdad es tierno,me gusto bastante eso si merece perdurar lo que les toma toda la vida.
Sobre que los americanos son brutos,pero tan buenisimos,muy cierto >.<
Cesar
"a pesar del tiempo al pobre nunca se le va a quitar la costumbre de dormirse contigo".
excelente el final ,jajaja
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